Las aplicaciones de Misión crítica son aquellas que tienen un impacto muy importante en el funcionamiento de la organización o negocio y cuya falla, traería efectos no deseables; un ejemplo es el del correo electrónico, elemento vital en la comunicación corporativa, cuya caída produce un caos institucional.
En las aplicaciones de nivel operativo la situación puede ser aún más compleja, ya que se corre el riesgo de que la actividad principal de la organización, quede detenida, con todas las consecuencias que esto implica para el negocio.
En el pasado, el manejo de este tipo de aplicaciones se reducía fundamentalmente a usuarios de una red local, totalmente controlada y residían en costosos servidores que las grandes corporaciones podían soportar. Actualmente casi todas las organizaciones tienen aplicaciones de misión crítica, independientemente de su tamaño y un cambio interesante a destacar es que no están instaladas en redes locales sino en la nube.